sábado, 26 de abril de 2014

UN MÉTODO INFALIBLE DE HIPNOSIS INFANTIL: CANTAJUEGOS

Creo que no hace falta que os presente a los protagonistas de hoy. A decir verdad, no sé muy bien de dónde salieron. Los conocí en la escuela infantil en la que trabajo, creo que los trajo (metidos en un DVD) algún padre para que los compartiésemos con todos.

Para los que no tengáis el "gusto" os resumo: Cantajuegos son un grupo musical exclusivamente para niños (me aventuro a asegurar esto porque no imagino a ningún adulto poniéndolos para entretenerse en ausencia de representantes infantiles), visten petos vaqueros y camisetas rojas y nunca dejan de sonreír. Repasan el cancionero casi que universal y lo mismo les da ocho que ochenta, porque igual te cantan "Estando el señor Don Gato" que "Here comes the sun" pasando por "El baile del gorila", a su modo, claro. Eso es tener valor, no voy a negarlo. Lo que pasa es que, en general y de primeras, a los niños les entra mejor Melody que los Beatles y me veo cada poco atendiendo peticiones de alumnos con "las manos hacia arriba, las manos hacia abajo". Aquí tengo que decir que Petit Pop han sido una tabla de salvación para mí este curso y que no me importa repetir hasta la saciedad "No queremos ir al zoo", "El invierno está al revés" o el "Zorro polar" y así dejar un poco de lado a los sonrientes cantarines de coplas de todos los tiempos. Quien mucho abarca poco aprieta. Igual deberían haberlo pensado antes...

Pero el caso es que al parecer les va de maravilla; el experimento funciona. No sé si se debe a las dentaduras perfectas, a las coreografías sin tregua o a los colores imposibles de los dibujos pseudoanimados que los acompañan. La cosa es que están preparando su décimo volumen y esto parece no tener fin. Tontos serían...

La verdad es que sea cual sea el secreto es poner un DVD de Cantajuegos y olvidarte de que hay niños y eso en momentos de alteración suprema, no nos engañemos, es un respiro. Se quedan obnubilados y como mucho, si se tercia, copian en espejo los gestos o bailes. Esto es así.  

Hasta aquí puede pasar. Siempre ha habido grupos (infantiles o no) que nos han gustado más o menos. Y eso está bien. Siempre defenderé la variedad, la oportunidad de escoger lo que queramos.

Otra cosa es el negocio que viene detrás. No voy a entrar en asuntos de merchandising porque tampoco hace falta. Me centraré en los conciertos. Oigo a muchos padres quejarse de los precios de estos desde hace tiempo. Pero los Cantajuegos siempre llenan a pesar de los pesares. Una entrada cuesta de media 25 euros, algo que me parece abusivo si tenemos en cuenta que a un espectáculo infantil los niños deben ir acompañados, como mínimo, de un adulto. Estoy segura de que habría maneras de reducir ese coste obsceno. Suelo estar al día de las actividades infantiles que se programan y las entradas no suelen superar los 5 euros. Además, es habitual que se hagan precios reducidos para familias. 

Otras veces, las monedas dejan paso al simbolismo. En "Canciones por regalos" un obsequio se cambiaba por la entrada para disfrutar de la ópera infantil Bababum y de Candela y los Supremos. En el "Baile de Antroido" celebrado en el Gaiás los pasados carnavales, con conciertos de Magín Blanco y compañía y su espectáculo "A nena e o grilo nun barquiño" y Petit Pop, todos los disfrazados (al final también los que no) entraban gratis. 
Para mí esto es lo que vale. No lo que cuesta.


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