viernes, 2 de mayo de 2014

CON LA COMIDA SÍ SE JUEGA

Desde hace casi dos meses estoy especialmente sensible con el tema de la alimentación complementaria. Cuando me quedé embarazada descubrí el BLW (baby led weaning), alimentación autorregulada o sentido común, como muy bien le llamaba una madre en un foro de crianza que leí el otro día. Me pareció una opción maravillosa para poner en práctica cuando llegase el momento.

El BLW (o sentido común, que me gusta mucho) no es más que ofrecer a nuestros hijos la comida que nosotros comemos. Eso sí, sin condimentar e introduciendo poco a poco cada alimento nuevo (por eso de tener controladas las posibles fuentes de alergias), dándoles trozos de un tamaño que puedan agarrar y llevarse a la boca (lo ideal al principio es que el alimento sobresalga de su puño), sin quitarles ojo mientras comen...Vamos, nada del otro mundo. Es una alimentación libre de triturados en la que es el niño quien decide qué, cómo y cuánto quiere comer. 

Para mucha gente esta forma de transmitir hábitos alimentarios es un sindiós, una extravagancia, una pérdida de tiempo o simplemente un capricho absurdo con el cual el niño no come nada, solo se dedica a jugar con la comida y la mitad acaba tirada por el suelo. Pero, aunque no quieran darse cuenta, ese minicachín de espagueti, ese guisante, ese mordisco de plátano o bolina de pollo que llega a la boca "llena" mucho más que un bol gigante de papilla "embutido" con la técnica del "esta por mamá, esta por papá...", el avión, el tramposo intercambio puré-chupete o, sencillamente, el reflejo de deglución que tienen los bebés. Llena al niño, feliz sin imposiciones y experimentando libre, y llena a los padres. Me gustaría ver mi cara de admiración cada vez que veo a Vera coger algo de la bandeja de su trona y llevárselo a la boca, morder con sus minipiñinos inferiores (solo tiene dos), masticar, observar sus gestos al probar nuevos sabores,...Es genial, precioso, ver cómo progresa a la velocidad del rayo simplemente dejándola hacer y ser; acompañándola, pero confiando plenamente en ella.
Y siempre, muy importante, barra libre de teta, como hacíamos antes de introducir la AC. Y es que es así: la teta se da a demanda (y el biberón también debería darse así) porque la leche materna es el alimento esencial del bebé. Ni los purés de verduras, ni la papilla de frutas, ni un muslo de pollo, ni un plátano, sino la leche. 

Es cierto que con la alimentación autorregulada al principio no comen mucha cantidad (pero si maman a demanda no necesitan nada más: el valor de la alimentación COMPLEMENTARIA - que no SUSTITUTIVA - es EDUCACIONAL y no nutricional, pues con la leche ya tienen cubiertas sus necesidades.) y que sobre todo juegan. ¿Y qué? Jugando con la comida es como aprendemos que comer es algo positivo, divertido, agradable; un momento de disfrute y distensión para compartir con seres queridos. El hecho de permitirles interaccionar con los alimentos les ayuda a ser más autónomos, a adquirir destrezas, a descubrir sabores, texturas, olores, formas; a tomar decisiones, a crecer.


Claro que, como a todo lo valioso, hay que dedicarle tiempo, atención, ganas y energía. Sería más rápido y fácil (también más limpio) triturarle todo y dárselo con una cuchara. Pero ¿más fácil para quién? Evidentemente para los padres y aquí los importantes son los hijos. 

Nosotros hemos apostado por lo que nos parece más enriquecedor para Vera en todos los sentidos y creemos firmemente que merecerá la pena. 

4 comentarios:

  1. Me ha encantado esta entrada!!! Pienso igual que tú, que dándole la comida así, (nosotros estamos probando con las frutas), se ensucia todo...xo el que importa siempre es el niño.
    Lo explicas todo muy bien, gracias por compartir!!

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    1. :)
      ¡De nada! Los posibles "inconvenientes" del BLW no son nada si pensamos en lo muchísimo que están disfrutando y aprendiendo.
      A Moncho y a mí no nos importa en absoluto tener que limpiar después de comer Vera. Tenemos la trona Antilop de Ikea, que es BBB y facilísima de limpiar. En el suelo ponemos unas hojas de papel de periódico y a Vera la "protegemos" con un babero grande (los de plástico están muy bien y al acabar se les pasa un agua y listos para la próxima). Estoy deseando que llegue el verano y que pueda estar solo con un body. De todos modos, los niños tienen que mancharse. ¡Es así! :)

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  2. Uy a mi no me importaría que se manchase, lo único que pensaba que si no tenían aún dientes no podrían masticar bien y podría sentarle mal los alimentos. Viene bien saberlo ;D

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    1. Lo de ensuciarse es lo de menos, claro está.
      Parece increíble como mastican siendo tan peques, incluso sin dientes. Los bebé de teta ya tienen muy desarrollado el mecanismo de masticación, porque es muy similar al que usan para mamar.
      Con los alimentos, si vais introduciendo de uno en uno por si le da alguna reacción no debería haber problema.
      Busca en youtube BLW y verás a muchos bebés comiendo como personas. ;)

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