lunes, 7 de julio de 2014

REFLEXIONANDO SOBRE EL PARTO

Llevo mucho tiempo dándole vueltas a cómo contar mi parto. Cuando estaba embarazada, escuché y leí muchas historias que me sirvieron para constatar que cada mujer contiene universos infinitos. Con todas esas palabras construí un archivo riquísimo que, lejos de atemorizarme (y eso que fui tocofóbica hasta bien entrada en la veintena), me amplió la mirada y me convirtió en una premamá más informada, más consciente y, por lo tanto, más segura.

Vi partos extáticos, en el agua, partos habituales (horizontales), partos instrumentalizados, partos en silla vertical, partos en casa...Hasta tal punto llegó mi ansia por conocer el maravilloso mundo del nacimiento que un día se me ocurrió darle al play al vídeo de una cesárea (aún no acierto a comprender por qué, con lo que yo he sido de miedosa), pero así fue. Pensé: "si al final tengo que sufrir una, quiero saber qué va a pasar". 

Decía mi matrona algo parecido a que "es de muy mal gusto contarle a una embarazada tu parto, cuando ella está en un callejón de difícil salida por el que va a tener que pasar". Hay algo muy triste en esta afirmación: se considera el parto un mal trago, un funesto trámite ineludible, el castigo que debemos soportar para tener a nuestros hijos, algo para olvidar ("en cuanto le ves la cara a tu bebé, se te olvida todo"). 

Ojalá nos permitieran vivir nuestros partos de manera respetuosa; hacer de ellos una grata experiencia inolvidable.

Algún día escribiré sobre mi parto; han pasado más de diez meses y es ahora cuando estoy comprendiendo parte de lo que sucedió (en gran medida, gracias al curso de Asesoría de Lactancia que estoy haciendo). Creo que es necesario despejar todas las incógnitas que muchas veces se nos presentan cuando las cosas no salen como preveíamos.

Os dejo una cita de Inma Marcos, comadrona, que resume a la perfección cómo debería tratarse un acontecimiento tan especial.
" El parto no es un acto quirúrgico, sino un hecho trascendental en la vida de las familias, que debería tratarse con todo el respeto y dignidad. Se trata de nada menos que de la llegada al mundo de una nueva vida".


1 comentario:

  1. definitivamente estoy de acuerdo, estoy cierta que entre más fomentemos en las familias lo natural que es ser madre, lo hermoso que significa dar vida y que el enorme esfuerzo que significa y que no es enfocarse al dolor, al hospital o al médico; sino que los protagonistas deben ser la madre y el hijo, dejarnos sincronizarnos de manera natural para poder conectarnos en este hermoso acto de amor y de vida. Yo tuve la fortuna de de que mis partos fueran en agua y fueran totalmente respetado y dignificante para mi y para mis hijos. ¡Saludos! Por cierto me gustaría darte una propuesta cómo mandare un correo y te cuento por si te interesa maternidadnatural.mex@gmail.com

    ResponderEliminar